La famosa técnica del abrazo, es simple, causa un fuerte efecto si se realiza bien y no es tan complicada de llevar a cavo; sólo existe un pero, se debe ser fuerte a nivel de brazos y si es posible, más alto o igual en estatura del oponente.
Si eres más alto y tienes mejor contextura que tu oponente, esta es una excelente técnica para ti, por el contrario, si eres más débil en musculatura que el oponente, mejor no utilizarla.
La técnica consiste en cruzar tus brazos alrededor del oponente a nivel de la espalda-pecho o bien puede ser incluso más abajo. Luego de eso, debes apretar con todas tus fuerzas y si es posible, levantar al oponente del suelo. Esto genera un fuerte de dolor y además puede llegar a dejar sin aire al oponente, rindiéndose rápidamente si es el caso. Para generar más fuerza, puedes ayudarte con tus manos, tomándotelas o apretando el brazo contrario.
La mejor forma de hacerlo es que la espalda de tu oponente quede en frente, o sea, abrazarlo por la espalda, para así dejar imposibilitado a tu oponente de agredirte con sus manos o aplicarte la misma técnica.
Si tú eres la víctima de esta técnica lo mejor es hacer fuerzas para escapar, expandir tu espalda y pecho y con tus manos, si quedas de frente aplicarle quizás la misma técnica, apretar con fuerzas su cabeza por arriba de sus orejas, hacer presión contra su pecho para salirte, etc.
Si quedas de espaldas, trata con tus manos romper su candado, ya que sus manos también quedaran frente a ti.
Un buen consejo, es tomar al oponente por la espalda pero a su vez, abrazarle los brazos, así quedara imposibilitado completamente de salirse con ayuda de sus manos.
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